Envidio de mi compañera bloguera Maite su pericia técnica en lo de sacar fotos. Soy un fotógrafo perezoso y malo, y además arrepentido, porque siempre echo en falta las fotos que no he sacado. Y soy perezoso porque no tomo fotos, y porque no me molesto en leer el voluminoso manual de instrucciones de la cámara que compré hará un par de años.
Las fotos tienen el misterio a veces de mostrarte cosas que te pasan desapercibidas. Ayer, haciendo una copia de seguridad de mis fotos de los peques, familia y amigos, descubrí una foto que me conmocionó. Me descubrió una faceta que me estaba pasando desapercibida de unapersona quierida, algo de lo que soy consciente permanentemente pero que no me ha llegado en toda su intensidad hasta que no la he visto en esta foto, que tiene demasiada luz, que no está bien tomada, pero que tiene la inspiración de lo momentáneo y lo no premeditado.
No sé si os acordáis una especie de movimiento o moda de hace unos años, del que no recuerdo el nombre, de sacar fotos sin preparación, sin pensar, usando la cámara como si fuese una metralleta. Era una cosa muy juvenil, una especie de fotografía basura, no era un movimiento artístico, sino social, pandillero. Esta foto de la que hablo parece algo así, ha captado a una persona muy querida en un momento desfavorable, un tanto patético, que muestra con desnudez fría y cruel el abrazo de oso del tiempo y la decadencia.
Las fotos a veces me dan miedo, me causan malestar, me obligan a pensar en cómo miraré esa foto cuando las personas hayan desaparecido o cuando hayan crecido y volado, cuando sean un testimonio helado e inquietante del tiempo perdido.
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2 comentarios:
Tú envidias mi "pericia técnica" al hacer fotos y yo tu forma de escribir, tan expresiva y lírica. A mí también me dan un poco de miedo las fotos. Alguna vez he pensado lo mismo que tú, en cómo miraré las fotos de los que hayan desaparecido e incluso también mis propias fotos de juventud. ¿Qué sentiré al ver mis fotos de 20 años cuando tenga 80? Yo, que tengo cierto complejo de "Peter Pan", no sé si seré capaz...
Pues os contesto yo, que ya veo fotos de hace 20 años y de personas que has querido y ya no están: sientes una mezcla de dolor y de incredulidad respecto a tus propias fotos, no te sientes la misma. De hecho no lo eres, vamos siendo tantos a lo largo de la vida.
¿Os acordais de aquella leyenda de que los indios no se dejan fotagrafiar oporque piensan que las fotos le roban el alma?. Pues para mí que es al revés que algunas fotos devuelven su alma a la gente y a las cosas, porque descubren la belleza que hay en ellas.
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