jueves, 1 de enero de 2009

2009

Hoy es 1 de enero, el día más inútil del año. Me voy a echar a dormir un ratito la siesta después de tomar el menú habitual de este día a base de Paracetamol. Los niños están con los horarios y los humores completamente desconfigurados, la calle desierta, la tele pone el refrito del refrito de fin de año.

Pero yo escribo esto para desear a todos los escasos y pacientes lectores de este blog, los que escriben y los que no escriben (Yo animo a escribir, he quitado todas las restricciones y los mensajes pueden ser anónimos), un muy feliz y completito año 2009, con momentos divertidos, con alegrones, con subidones, con unos pocos de contratiempos de esos que los superas y te quedas mejor que antes, con un poco más de dinero si es posible, y mucho, mucho cariño, que está muy rico.

Mi amiga SSS escribe unos mensajes de felicitaciones muy sabrosos y bonitos, que a mí me recuerdan a las letras de Sabina. A mí no me salen, pero el objetivo es el mismo. Que lo pasen muy bien quien esto lean.

2 comentarios:

Brujitecaria dijo...

Hola, Ricardito. Los buenos deseos, además de para empedrar el infierno, me parecen imprescindibles para la supervivencia de la especie y del individuo. ¡Casi ná! y eso lo largo en un día "renchi" (así llamabamos a nuestros hermanos pequeños cuando querían jugar con los mayores y quería decir que no contaban, que eran jugadores de mentirijillas, como el día de hoy)
Yo quiero desear que la gente solo se muera de viejo o de no estar vivo, no de bombazos, y que la razón pueda acallar el odio y la incomprensión. ¿podríamos, sabríamos parar lo de Gaza?

Silvia Madrid dijo...

Ahora mismo no me sale nada sabiniano, pero la intención es la misma: Feliz Año cargadito de sorpresas y cosas por pasar. Esperemos que sean buenas.

Yo, como dice una amiga, tengo un seguro de felicidad para este año. Espero que sea extensible a todos.

Besotes!!