viernes, 23 de mayo de 2008

El fin del mundo está cerca

Otro viernes más, tengo un montón de temas interesantes y profundos de los que escribir, pero como no tengo tiempo, y telefónica se niega a darme línea, solo tengo un ratito para escribir sobre la última tontería curiosa.

Veréis. Coged una tarde que no llueva y acercaros al Retiro por la Puerta del Niño Jesús. Allí, en la salida, en una laderita, se reunen todos los gatos del Retiro. ¿Por qué? ¿Qué les motiva a reunirse allí? Ni idea, pero la última vez había allí concentrados unos 30 gatos, dispersos, unos tumbados, otros sentados, otros afilándose las garras en un arbolitom tdos como esperando algo. Unos cuantos viandantes nos paramos a comentar el suceso. Yo lo vengo observando cada vez que paso por allí desde hace un mes o así.

El gato es un animal de porte arrogante y confiado, de mirada misteriosa y penetrante. A veces parece que tiene la sabiduría de un viejo sabio bíblico. Me pregunto si todos los gatos no son sino un sólo gato, y es el mismo que adoraban los egipcios, que no ha muerto ni morirá nunca.

El caso es que a mí la visión me sugiere un cercano apocalipsis. Se reúnen los sabios y los espíritus esenciales de la historia y el tiempo, todos reencarnados en la figura del sombrío gato, porque el tiempo se acaba y el mundo tal y como lo conocemos va a cambiar. Así que arrepentíos, hermanos, porque el Gran Gato va a descender de Gatímedes para juzgarnos a todos. O eso, o es que están en celo y quedan para organizar unas orgías monumentales. ¿O será un botellón gatuno?

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Lo flipo. ¡Menuda imaginación tienes! Tus hijos tienen que pasáserlo pipa cuando les cuentes cuentos.

jandriya dijo...

Que curioso...
En uno de los volúmenes de The Sandman (un comic que he leído ultimamente), hay una historia así. Un grupo de gatos que se reunen, para oir como uno de ellos les cuenta los tiempos en que ellos eran los "amos" del mundo y tenían el poder. Y de esta manera hacerles soñar con ello. Que vean como una posibilidad la rebelión para volver a ser los dueños.
Me pasaré por ahí un día.
De todas maneras prefiero pensar que estan de orgía...

Brujitecaria dijo...

Los gatos no son profetas, son auténticos supervivientes.
Ha habido otros lugares en Madrid donde se amontonaban millones de gatos, como un triángulo detrás del Reina Sofía en Atocha.
Los madrileños son gatos, según la tradición. Y por lo que yo sé,eso quiere decir que quieren y comprenden a los gatos...
Yo también quiero a los gatos, desde que tengo vida independiente tengo gatos (gatas en realidad), pero según la tradición soy boquerona (así se llama a la gente de Málaga, así que mi amor a los gatos es bastante peligroso