La sonrisa de un bebé de pocas semanas o meses, inesperada, súbita, espontánea, que desaparece en el siguiente segundo, puede interpretarse de dos maneras:
Una, la más fría, es que esa sonrisa es un espasmo, un ensayo de un cuerpo en formación que está aprendiendo a actuar conjuntamente, a compenetrarse, sin más significado emocional que una coincidencia afortunada de movimientos musculares.
La otra es pensar que la sonrisa denota que la alegría es un sentimiento básico y congénito, una piedra base del organismo, que utiliza el optimismo como medio para sobrevivir. Una expresión estentórea de la alegría de estar vivo.
Elegid la explicación que más os guste, o cualquier otra que os plazca.
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4 comentarios:
¿Y una mezcla de los dos?
Pues te diré,desde mi corta experiencia, que yo apuesto por la segunda :)
Recuerdo que cuando hacia la carrera de psicología, en muchas lecturas se hablaba de la primera opción...
Así que yo fui la primera sorprendida cuando veia como Carmela, desde sus primeros días, sonreía cuando me sentía a mi reír....Así que, ahí me ves a mi, en esos días dificilillos de la UCI, intentando reír lo mas posible :)
Estoy convencida de que se trataba de alegría...no un mero ensayo...
Y además, que porras, me gusta mas esa opción...
Hola, Jandriya. Qué alegría verte por aquí; como dices en el otro comentario, es síntoma de que Carmela ya te va dejando un poco de lado. De ahí a que te quiera meter en un asilo hay un paso, je, je. Yo también soy de la segunda opción. Besos.
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