miércoles, 3 de junio de 2009

Me acuso, soy culpable

Soy culpable de esperar siempre. Soy culpable de buscar una disculpa. Soy culpable de pereza incurable. Soy culpable de dejar pasar el tiempo. Soy culpable de indecisión permanente e intratable. Yo me acuso de esperar mejor momento. Soy culpable de no verlo claro. Yo me acuso de espectador. Me acuso del desorden, del caos, de los parches. Me acuso a veces de suficiencia y otras de debilidad. Me acuso de fiarme, de confiarme. Me acuso de despiste como forma de vida. Me acuso de acusarme demasiado. Me acuso de conformista, o de rebelde embarrado y sin piernas. Me acuso de sueño. Soy totalmente culpable del delito de ceguera. Soy culpable de envidia, aunque sana. Me temo que no me libro del pecado de la poca voluntad. Me acuso de cambiante, de tembloroso, de suelo pantanoso. Acusica. Creo que incluso me acuso de escribir esto con el fin de suplicar vuestra benevolencia, creo que hago esto con el secreto anhelo del halago.

2 comentarios:

Blancanita dijo...

¿Culpable o responsable?

A veces se necesita un halaguillo como el comer. Esa palmadita en la espalda que no nos sabemos dar porque no nos llega el brazo cómodamente.

Eres un fenómeno!!

Anónimo dijo...

Hola Ri, reitero la acusación de acusica. Deja de darle vueltas. Sigue hacia adelante. Intenta mejorar lo que sabes que puedes mejorar y aprende a quererte, con todos tus fallos y también con todas tus virtudes (que son muchas)

Ama