viernes, 20 de febrero de 2009

Un poema rápido y me voy

Hola, hoy os regalo un poema, tierno y bonito, corto, cortito:

Pienso mesa y digo silla,
Compro pan y me lo dejo,
Lo que aprendo se me olvida,
Lo que pasa es que te quiero.


El poema es más largo, pero esta parte es una joya, graciosa, juguetona; me gusta su musicalidad, la cotidianidad de su contenido y lo brusco de su cuarto verso. Espero que os guste, pero no sé por qué creo que a mi colega Blanca le va a encantar, porque me da que ese tono ingenuo y sencillo le gusta. A ver si es verdad.

¿Y de quién es, diréis? El estilo es inconfundible de una poetisa infantil muy famosa en nuestra infancia, en la mía al menos. Seguro que lo sabéis ya. Bueno, me voy, hasta otra.

2 comentarios:

Silvia Madrid dijo...

Mira que no es que me guste demasiado la poesía...

Pero esta me ha encantado. Así, cortita, contundente, y para todo el mundo.

Y, curiosamente, de pequeña sí me gustaba, hasta escribía poemas. Sería porque apenas solo leía a la que -supongo- te refieres, Gloria Fuertes, y debía entender que no había más poesía que la que sonaba un poco absurda...

Gracias.

Ricar2 dijo...

Gloria Fuertes, en eecto. ¿Quién si no¿ A mí me pasaba como dice Blanca en otro sitio, que le tenía un poco de manía, pero una mini-exposición en la biblioteca de mi barrio me la ha devuelto. Me alegra que os guste.