Soy adicto a Wikipedia. La uso a menudo por motivos auto-didácticos y rara vez me falla. La uso también bastante por motivos profesionales y no me ha dejado casi nunca en la estacada, a diferencia de la Britannica, por ejemplo. Es un magnífico punto de partida para una investigación. Mi experiencia con el uso de obras de referencia, que no es pequeña, me dice que no tiene más errores que otras obras de uso más prestigioso, y hay que leerla y usarla con la misma prudencia que otras obras.
Uso la versión en inglés, porque los artículos en español, mal que me pese, son bastante chapuceros. Lamentablemente, me pasa lo mismo con las obras de referencias más clásicas: las españolas fallan como un semáforo en día de lluvia.
Y adoro el hecho de que te presenten un artículo distinto al día, una "portada", que puede ser de cualquier tema. Y a veces le doy a ese botón de artículo aleatorio, que es estupendo para un amante empedernido del azar como un servidor. El conocimiento por el conocimiento, porque sí, desde la vida sexual del lagarto a los neutrinos.
Soy tan fan que el otro día en el desayuno pregunté a los colegas qué les parecería que la institución en la que trabajamos participara en la campaña de donación ahora misma en marcha, como medio de mantener este experimento sociológico de primer orden. Dos personas cuya opinión respeto mucho me pusieron objeciones que parecen bien fundamentadas: de tipo legal, al ser dinero público, y otra de más calado. Decía José Luis si al intervenir una institución, el Estado, el experimento perdería su libertad, porque todo lo que toca el Estado lo tiñe, lo tergiversa, o puede dar esa sensación. ¿Qué opinais, blogolectores?
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1 comentario:
Pues no sabes la animosidad que despierta la wikipedia en un rancio sector de la documentación o biblioteconomía, es como mentarle a la bicha... Claro que muchos apocalipticos de vía estrecha la consultan a escondidas.
Para mi siempre ha sido un buen punto de partida y me parece una imbecilidad considerarla de baja calidad. porque en ella pueden participar también premios Nobel.
En cuanto a lo de donar desde las instituciones públicas, estoy de acuerdo con las dos objecciones, pero es la segunda, la de que la convertiría en una fuente oficialista, la que menos me gusta: toda oficialización supone una pérdida de espontaneidad.
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