viernes, 29 de agosto de 2008

Una película


A veces una película te encanta a medida que la estás viendo, y estás en estado de agradecimiento perpetuo hasta que acaba. Pero a veces no te das cuenta de cuánto te ha impactado una película hasta unos días después de haberla visto, cuando las escenas se resisten a abandonar tu cabeza, y cuando te pones a pensar en lo que has visto y a darle vueltas. Es lo que me está pasando con "Brokeback Mountain", que vi hará una semana. Confieso que tenía un prejuicio en contra de la pelicula, porque a priori no me interesaba demasiado el asunto. Pero la nitidez con la que me vuelven algunas escenas a la cabeza, y el regusto en paladear los entresijos de esta peli son señal de que me ha gustado mucho.

Y lo curioso es que lo que más me molestaba cuando estaba viendo la película (la sensación de no saber qué es lo que están pensando y sintiendo los personajes acerca de lo que les está pasando), ahora es lo que más me gusta, porque creo que es una película para pensarla a posteriori, que está contada como a brochazos, y que exige del espectador que reflexione y que componga la historia, si no quiere quedarse en la epidermis de esta simple y tremenda historia de amor.

Porque esta historia de amor frustrada, de dos personajes que viven una vida inventada y que no les pertenece, que tienen una existencia falsa fuera del amor prohibido y fugaz que compartieron en un momento y en lugar dado, es transportable a cualquier situación en la que dos personas no pueden realizar un posible amor porque la situación social lo impide (Romeo y Julieta), o porque viven vidas muy distintas, extrañas, o demasiado consolidadas para vivir una historia de amor (como en Breve Encuentro).

La película está narrada con distancia, huyendo del melodrama, de forma que pese a que las escenas rodadas en unos preciosos y solitarios exteriores (en Canadá, según parece) son muy llamativas, son las situadas en interiores las que resultan más impactantes, rodadas con una economía y una austeridad poco frecuentes en el cine americano. Por cierto, la parte final es impresionante, emocionante, te deja la boca seca, y los ojos húmedos.

martes, 19 de agosto de 2008

Otra de Los Planetas

Hoy os presento otra letra de Los Planetas. Esta se titula "Nunca me entero de nada", pertenece a su penúltimo disco, "La ley de la gravedad". Es una mis canciones favoritas de Los Planetas, de esas que crean una especie de mundo propio. A ello contribuye J, el cantante, que pone voz como de despiste, como de llegar tarde, como de necesitar un tiempo que no tienes para comprender lo que pasa a tu alrededor. Creo que hace una interpretación fantástica sobre la habitual compleja orquestación de este grupo, barroco y psicodélico como pocos. El motivo de poner esta canción es que la fuimos escuchando camino de Tarragona, y mi traicionera compañera de destino dice que me describe perfectamente; la verdad es que ese estado de semiinconscencia en el que no eres capaz de asir nada, en el que todo te pasa y tienes la sensación de vivir con retraso me es muy familiar. Sí, si, esa sensación de ser como un genio despistado, pero que no tienes nada nada de genio. Ala, pues para todos los que también se han sentido así, pero sin tristezas ni depresiones, con resignación, va este temazo:

Cuando por la tarde te dije
que en realidad no pasaba nada,
tuve que bajar la cabeza
para evitar tu mirada.
Y mi vida sería más sencilla
si consiguiera explicar lo que pasa,
no tendria que estar de rodillas
suplicando las palabras.
Que las cosas cuando se estropean
es muy difícil arreglarlas,
lo que hoy te trae de cabeza
se habrá pasado mañana.
Tiraste una piedra en el agua
y vi las ondas que se acercaban
pero nunca escucho, nunca atiendo,
nunca me entero de nada.

El día que nos fuimos al bosque
con tu caja de trucos de magia
enseguida se hizo de noche
y tú dijiste que te quedabas.
Yo era joven y fuerte entonces
y no sabia lo que me esperaba,
pero recuerdo que prometiste
que ibas a estar por la mañana.
La próxima vez que te vea
no va a servirte la misma trampa
y tendrás que hacerte a la idea
de que lo nuestro no se acaba.
Lo vi en una de esas películas
de las que a ti tanto te gustaban
pero nunca escucho, nunca aprendo,
no sé que pasa que nunca me entero de nada.


P.D.: Todo esto significa que he vuelto de vacaciones. Hola a todos.
P.D. II: A José Luis le digo, aunque le parezca increíble, que tengo los discos originales, tanto éste como el de la otra letra, así que el supuesto delito del que me acusa casi casi no existe.