Mis apreturas, prisas y, por qué no, mi pereza, me han impedido continuar con esta inútil y extrañamente gratificante tarea de blogear. Pero no puedo dejar pasar un minuto más sin acercarme aquí a felicitar a un nuevo habitante, a nuestra invitada, a la recién llegada a la fiesta, a Celia. Tras un final de embarazo de los más seguidos y emocionantes de los que yo recuerde por el tema (¿será tan importante?) de si era niño y niña.
La felicito porque conozco a su madre, que es una persona que rebosa cariño, tranquilidad y sentido común, y que además es lectora de este blog; en la lotería de las madres ha salido muy bien parada, y sospecho que en la de los padres también, aunque no tengo tanto conocimiento. Bienvenida a la crisis, pequeña, hoy el mundo es un lugar un poquito mejor habitado.
Y besos a mamá y a papá.
jueves, 21 de mayo de 2009
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