jueves, 26 de marzo de 2009

Impulsos y una canción

En los tiempos que corren, comprar un CD original de música es un acto de amor. Con la excepción de los regalos, el que se compra para sí uno está firmando un manifiesto, está expresando una devoción, una adhesión a la causa; diría yo incluso que el que va a la tienda real o virtual y compra un CD de música es un rebelde, un revolucionario, pero sobre todo un sentimental, un ser con un corazón enorme capaz de actuar movido por las pasiones.

A veces, la causa es un amor prolongado y razonado, una relación de toda la vida, como lo mío con Los Planetas o Radiohead. Amalia, que es más venial e impulsiva, ha sufrido un flechazo súbito, y ha preferido una relación de un día con un grupo de Hip-hop llamado Nach; los escuchó por primera y única vez en la radio hace unos días, y en un arranque irreflexivo, se compró el CD original. Reproduzco abajo la letra de la canción en cuestión, porque no tiene desperdicio. El hip-hop y el rap ya sabéis que tiene algo como medieval, de cantar de ciegos, de juglarillo picarón e irreverente que canta con su vihuela mofándose del conde, del rey y de los caballeros y princesas. Esta canción destaca por su malabarismo vocal y la prestidigitación que hace con el vocabulario:

Efectos vocales
[Bienvenidos al centro de experimentación vocal "Magna".
Hoy en nuestro laboratorio estamos investigando con un
nuevo sujeto. Se hace llamar Nach, y es, quizás, el más
extraño y activo de los que hemos trabajado anteriormente.
Pero empecemos con la exposición. La dividiremos en 3
fases, y por favor, no intenten hacer esto en sus casas.
Fase de la experimentación número 1. Nivel de dificultad 6.
Vocal A>

Trabaja, plasma las palabras, hazlas balas,
Atrapa ráfagas, sal, machaca cada sala,
Ladra hasta rasgar la garganta,
Saca las garras, las armas,
Las gradas harán palmas,
La fama tarda, patán, jamás hallarás paz,
Amargas caras largas arrastran la maldad,
Andarás a rastras, pagarás caras las cagadas,
Las carcajadas sabrán saladas,
Tras, tantas trampas, tras, tanta jarana,
Tantas falsas alabanzas, tras, tantas caladas,
Tantas almas traspasadas para alcanzar la calma,
Tantas pájaras, Nach manda fantasmas al Sáhara,
Charlas baratas taladran hasta dar arcadas,
Parrafadas flacas acabarán mal paradas,
Tan malas para masacrar, para ganar batallas,
Apartadas, a patadas, atrapadas hasta dar la talla,
Canalla, vas a dar la campanada, para nada,
Camaradas harán manada para achantar,
Hasta cantarás baladas para agradar a las masas,
Salta pacá, ya cansas, ya.

[¿Increíble, verdad? Pero no nos vamos a quedar
ahí. Aumentaremos la dificultad de reacción. El sujeto
es frío y ni se inmuta. Parece confiado. Vamos a
ver cómo se comporta ahora. Pasemos a la siguiente
exposición. Fase de la experimentación número 2.
Nivel de dificultad 8.
Vocal O>

Yo no compongo con porros,
Solo pongo ron o fonk,
Propongo colocón como colofón,
Formo monólogos, todos los bolos son hornos,
Os toco con chorros sonoros, corosos como Concords,
Lo corroboro, controlo todos los modos,
Conozco todos los logros,
Conozco todos los coros, mongolos,
No clono, no soborno, sólo lo gozo, lo rompo,
Como Rocco os follo pronto,
No corono robots con flow monótono,
Corchos son como plomo,
Yo floto por los tonos como corcho,
No dono, cloroformo,
Formo los cosmos, los combos,
Son gordos, los bombos son hondos, tochos,
Yo, monto gordos pollos con otros locos,
Nosotros somos orcos, vosotros potros cojos,
Foros con forofos flojos,
Os jodo con condón, con don, compón como yo costoso,
No toco socorro, os soplo como polvo,
Os borro, bobos, os froto dolor por tos los poros,
Provoco ojos rojos por sollozos sordos,
¡Ohoh! todo con os, ¡lo bordo!

[Nunca habíamos dado con un sujeto así. Su capacidad
parece ilimitada. Permanezcan tranquilos, por favor.
Vamos a aumentar la dosis de dificultad al máximo.
Nadie ha conseguido nunca superar esta etapa, repito,
nadie. Fase de la exposición número 3. Nivel de
dificultad 10. Vocal E>

Ver gente decente perecer me estremece,
Le Pen es el germen,
el PP merece el trece,
Mequetrefes venden 3 CDs, ¿qué se creen?
Se creen jefes de este Edén,
¡Que les den! ¡Herejes!
Deben entender que defenderme es querer perder,
¿Pretenden vencerme en este set? Seré Federer,
Empecé desde el retrete,
enterré el estrés,
En el presente el referente es el Everest, creedme,
El eje es tener fe,
Seres que deseen que enferme, desespérense,
Pretenden que me estrelle, que frene este tren express,
Temen ver que este LP es el best seller del mes,
¡Ves! Que en vez de entretener me pertenecen,
Deben encender mentes dementes que ennegrecen,
¡Respétenme! Dejen de verter pestes,
Seres terrestres ven que me elevé entre entes celestes,
Verme envejecer, ceder, ¡never!
men, métele el reverb,
que recen emecés de Feber,
Me repelen peleles enclenques,
rehenes del tembleque decrecen en frente de este jeque.

Impresionante, ¿eh? ¿Recordáis aquello que cantábamos de pequeños: "Tanga, aaaaaa, ana harmagata an la trapata.....?

Ah, y recordad, si un desconocido os regala un CD original, eso es impulso.

lunes, 16 de marzo de 2009

Americana

Jake Blount llega a esta pequeña ciudad del sur de Estados Unidos. Entra en el bar de Biff y pide una cerveza, y pregunta. "¿qué clase de ciudad es ésta?". El momento pertenece a una novela que acabo de terminar, "El corazón es un cazador solitario", de Carson McCullers; es un clásico (1947) de la literatura sureña americana. Es una escena con un sabor profundamente americano, clásica en el riquísimo imaginario de personajes y arquetipos presentes en la literatura de ese país desde los tiempos de Mark Twain. El desarraigado, el que se establece en una ciudad, permanece un tiempo, y después, de un día para otro, desaparece para marcharse a otra. El eterno viaje, el sabor de la carretera. Un país en el que no ha cambiado mucho desde que los colonos viajaban constantemente al oeste buscando el lugar donde vivir.

El resto de los personajes de esta intensa y sentida novela no son de este tipo viajero, pero viven en el mismo espacio literario sudoroso, plomizo y solitario que comparten universo con Faulkner o Tennessee Williams. El sur de Estados Unidos, el real o el imaginado, es un microcosmos literario y cinéfilo tan complejo o más que el Macondo de García Marquez. Me gusta de cuando en cuando sumergirme en este océano de perdedores y enfebrecidos, de racismo de siglos, de alcohol, de algodón, de familias terratenientes, de comunidades cerradas y brotes de violencia desmesurada, de pantanos mefíticos, de veranos agotadores. No os voy a recomendar esta novela de incomunicación, porque es una lectura pedregosa y estática, hoy descatalogada. Pero me gusta compartir con vosotros mi afición inexplicable a este chapuzón en el abismo. Este y otros abismos me atraen con sospechosa frecuencia en mis devaneos literarios y cinéfilos. Me gusta porque me parecen obras llenas de vida real y palpitante, porque me dejan honda huella, me golpean sin piedad en las entrañas. ¿A quién no le apetece un buen puñetazo de vez en cuando?

martes, 3 de marzo de 2009

Una foto

Ya he hablado de mi poca paciencia y menor pericia para sacar fotos, pero a veces es todo cosa de levantar la vista y estar allí en ese momento. Eso, y de tener un aparato capaz de sacar fotos, cosa que hoy pueden hacer hasta las gafas. A ver si os gusta esta que tomé de las megatorres de Plaza Castilla en un día de niebla.