miércoles, 25 de junio de 2008

La cara de Niki Lauda

Aprovecho dos minutos que no tengo libres para pegar esta canción de mi grupo nacional favorito, Los Planetas. Se llama La cara de Niki Lauda, pertenece a su disco Unidad de Desplazamiento, de hace unos añitos. He vuelto a "recuperar" este disco, y he re-descubierto esta cancioncilla, que es una canción de amor estilo Los Planetas, es decir, muy indirecta, con un toque humorístico ligero, y algo de amargura. Al cantante de Los Planetas se le entiende muy mal, y por eso tienes que abstraerte mucho para entender qué es lo que dice. Pero es genial esta historia de abandono ciego al volante, de amor hasta la muerte entre los camiones. Hasta luego:

Ese viaje que hicimos
no lo voy a poder olvidar.
Pasan imágenes por mi cabeza
que apenas me dejan estar.

Tú te pusiste delante,
dijiste que ibas a conducir,
con una sonrisa tan grande
que no pude más que sonreír.

Todo el camino esquivando camiones,
mi corazón se iba a salir
cada vez que te volvías a mirar hacia mí.


Me preguntaste si estaba asustado,
y yo no sabía que decir,
sólo pensaba que no me importaba morir.

Latas vacías de cerveza
se apilaban en el asiento de atrás,
hasta la próxima gasolinera
donde parar a por más.

No me preguntes si te echo de menos
porque no podría mentir,
pero he traído un regalo
que puedes oír,
que te haga sentir
lo que siento yo aquí.

jueves, 12 de junio de 2008

Isula

Dice mi colega bloguera Blanca, que su relación con ciertas personas se puede acompañar con una banda sonora. No sé muy bien si quiere decir que esa persona le recuerda a una canción o si es su tipo de amistad a lo que se le puede poner banda sonora. En el caso de mi colega Isula, que nunca creo que sepa ni lea este blog, puedo decir que cuando la veo o pienso en ella viene una música. Cuando Isula aparece, suena al fondo esa música hippie de los sesenta, así como cadenciosa e hipnótica, una de esas introducciones de los Doors, el inicio de Strawberry Fields de Los Beatles, o alguna de esas canciones interminables de los primeros discos de Bob Dylan.

Isula tiene los ojos azules y algo infantil en su sonrisa, pero tiene un pelo largo y rubio que parece como de otra época. Pertenece a una familia con aptitudes musicales, y sé que se reunen a cantar viejas canciones de la España de los setenta. Parece a veces como que sale de un sueño, de un buen sueño, como envuelta un poco en humo (¿en humo de marihuana?). Es tranquila en el hablar, agradable, sencilla, lo más alejado de la presuntuosidad que se pueda conocer. Aunque su vida ahora mismo está llena de problemas bastante gordos que a muchos de nosotros nos harían tambalearnos, su compañía es siempre placentera y te contagia esa parsimonia inquebrantable por la que los problemas se atacan de uno en uno y parecen siempre más sencillos de lo que son. Será filosofía de algún yogi maharishi de esos de los sesenta.

jueves, 5 de junio de 2008

Humor desubicado

¿No os pasa a veces que notáis que no estáis en la misma sintonía que el día en que estáis viviendo, que os cuesta hablar el mismo lenguaje que la gente que os rodea? Te levantas un día y ves que estás un paso por delante o por detrás que los demás, que vuestros comentarios llegan tarde y están descolocados y sobre todo que vuestro humor está desubicado. El chiste no lo entiende nadie, el tono no es el adecuado al momento, y por supuesto nadie se ríe, o lo que es peor, se ríen con esa mueca helada que intenta ser indulgente y lo que consigue es sentirte pésimo. En general, se puede decir que tienes un día desincronizado.

Menos mal que en el desayuno ha estado José Luis, y he hecho un poco de gimnasia verbal, mental y humorística (es un adversario notable y exigente), y ahora me siento un poco más en forma.